Tomar un vaso de vino al dia reduce la mortalidad cardiovascular
Miércoles 30.05.12 "El Norte de Castilla"
El colesterol interesa. Y mucho. Así que el doctorGonzalo Díaz Soto, del servicio deEndocrinología, Diabetes y Nutrición del Hospital Clínico Universitario, se enfrentó ayer por la tardea la consulta más multitudinaria decuantas haya tenido; un salón abarrotado de Caja España en FuenteDorada para asistir a la primera delas conferencias del ciclo sobre nutrición que organiza El Norte conel patrocinio del grupo El Árbol yque ayer estuvo introducida por eljefe de la sección de Cierre del rotaivo, Fernando Bravo.
Su ponencia inaugural ahondóde forma didáctica en el colesterol,esa grasa que, cuando es buena(Hdl) juega un papel fundamentalen el organismo pero que cuandose deposita en las arterias (Ldl) puede originar problemas graves enla salud. No en vano, tal y como recordó el endocrino Gonzalo Soto,la mayor tasa de mortalidad en lospaíses occidentales se encuentraen accidentes cardiovascularescomo infartos o anginas. Así que laprevención será fundamental parala salud. ¿Cómo? Con una buenaalimentación y ejercicio físico.Para reducir los niveles de colesterol, el endocrino y nutricionistaofreció durante cerca de media horaalgunos consejos sobre los alimentos que ayudarán a conseguir el objetivo fijado. Lo fundamental, tal ycomo explicó, es modificar las grasas que se consumen. Ahí van losprimeros consejos; «hay que reducir la ingesta de grasas saturadas(mantequilla, tocino, embutido ytodo aquello que a temperatura ambiente tenga la grasa sólida) y disminuir la ingesta de las denominadas grasas trans (depositadas fundamentalmente en la bollería). Esmás, tal y como advirtió, los ácidosgrasos trans son los peores desde elpunto de vista cardiovascular. «Enalgunos restaurantes de EstadosUnidos obligan ya incluso a decir elnúmero de ácidos grasos trans quevas a consumir para que el clientelo sepa».Otra recomendación fundamental para el tratamiento; sustituir lascarnes rojas por aceite de oliva (ácidos grasos insaturados) o pescadorico en omega 3. «Modificar el tipode grasas que comemos es lo quemás influye», incidió el doctor.Hidratos de carbono¿Pero son realmente eficientes estos consejos de alimentación a lahora de reducir el colesterol? Gonzalo Díaz lo rubricó incluso con porcentajes. La dieta rica en los hidratos de carbono que se encuentranen legumbres, cereales, lácteos, frutas y verduras, frutos secos (especialmente nueces) puede conseguirreducir los niveles de colesterol entre un 5 y un 10%.Otro truco: si sustituye la carneroja por proteína de soja logrará reducir los niveles entre un 3 y un5%. Los mismos beneficios encontrará si en su dieta diaria incluyeuna copa de vino máximo para lasmujeres y dos para los hombres.«Tomar una copa de vino al día, conmoderación, reduce la mortalidadcardiovascular. Es una práctica saludable que a día de hoy ningúnmédico recomendará que lo deje dehacer», añadió.¿Y qué ocurre con todos aquellossuplementos diéteticos, fundamentalmente derivados lácteos, que basan su argumentación en la reducción del colesterol? Funcionan. Dehecho los endocrinos los aconsejanpara aquellos casos que no necesitan tratamiento farmacológico. «Laindustria alimentaria ha generadoproductos lácteos que reunen fitoesteroles (colesterol vegetal) entorno a uno o dos gramos y consiguen la reducción de esta grasa enhasta un 15%», explicó el doctor.A todo ello habría que sumar larecomendación de practicar ejercicio físico durante 150 minutos a lasemana (media hora de lunes a viernes) yu procurar bajar peso. Peroojo, nunca intentar perder todo ala vez. «Hay que tener pérdidas depeso moderadas porque luego ocurre el efecto rebote, es muy común,que igual perdemos veinte kilosmuy rápido y recuperamos treintay seis».El listado de recomendacionesque este médico ofreció ayer parainaugurar el ciclo de nutrición terminó con una global con la que quiso resumir la conferencia: la mejordieta es la que durante años y añoshicieron las abuelas, la mediterrá-nea. Ésta es la que incluye frutas,verduras, nueces, cereales, productos ricos en ácidos grasos moinsaturados, pescado y una copa de vino