Artículo de Opinión "ESE SIMPÁTICO INVASOR... EL CONEJO Y LA LIEBRE" :: Norte de Castilla :: 15-01-2011
Daniel de Luis Román
Director del Instituto de Endocrinología y Nutrición
Facultad de Medicina de Valladolid. Universidad de Valladolid
El conejo y la liebre son animales que se han considerado tradicionalmente de caza, no obstante su alta tasa de reproducción les convierte en una especie idónea para su cría intensiva en granjas. Respecto a sus características nutricionales, este tipo de carne es baja en grasas (inferior al 4%) y presenta un alto contenido proteico (superior al 20%).
Es importante señalar que la carne de conejo solo tiene el 38% de grasa saturada (grasa mala), además el 23% de esta grasa está constituida por el ácido esteárico, que se transforma en ácido oleico en el organismo, es decir, se transforma en ácidos grasosmonoinsaturados (grasas buenas), presentando por tanto efectos protectores a nivel cardiovascular. Su contenido en colesterol es bajo (71 miligramos/ 100 gramos), convirtiendo todos estos datos nutricionales a esta carne en una buena fuente de proteínas para pacientes con alto riesgo cardiovascular o alteraciones en los niveles de colesterol en sangre.
Comparándola con otros tipos de carnes de consumo habitual, la carne de conejo y liebre presentan ciertas ventajas adicionales, como es su bajo contenido en sodio (67 miligramos por 100 gramos), siendo por tanto ideal para pacientes con hipertensión arterial. Por otra parte, es habitual que las recetas con estas carnes incluyan hierbas aromáticas, lo cual permite prescindir de la sal para su cocinado. Respecto a otros minerales, destaca su alto contenido en potasio, selenio, hierro, zinc y magnesio. Dentro de las vitaminas las más abundantes son las del grupo B. Su contenido en purinas es bajo (32 miligramos por cada 100 gramos), por ello es una carne que puede formar parte de la dieta de los pacientes con hiperuricemia.
Para finalizar, la carne de liebre comparte las mismas características nutricionales que la carne de conejo, como son el bajo aporte calórico, de colesterol y sodio, pero sin embargo presenta un mayor aporte de purinas (105 miligramos por 100 gramos), por ello se debe limitar su consumo en los pacientes con ácido úrico elevado y/o gota.
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