Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El pimiento es una hortaliza que procede de América Latina, pertenece a la familia de las solanáceas y, en concreto, al género capsicum. Como buen vegetal que es tiene un bajo aporte calórico, así como un discreto contenido en proteínas y grasas, aportando fundamentalmente hidratos de carbono y fibra. Su secreto nutricional está en las vitaminas.
Este alimento es una fuente importante de vitamina C, siendo el contenido muy elevado en los pimientos de color rojo. Este es un potente antioxidante, pero además interviene en otros procesos como son la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, por otra parte favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones. Otro de los nutrientes que forma parte de los pimientos son los carotenos, entre los que se encuentra la capsantina, pigmento con propiedades antioxidantes que aporta el característico color rojo a algunas variedades. También es destacable el contenido en provitamina A (Beta caroteno y criptoxantina) que el organismo transforma en vitamina A. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el pelo, las mucosas y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. El pimiento también aporta folatos y vitamina E. Entre los minerales, destaca el aporte de potasio. En menor proporción están presentes el magnesio, el fósforo y el calcio. Por último, no podemos olvidarnos de la sorpresa ‘agradable o desagradable’ que produce en el paladar algún pimiento. El motivo del picor de algunos pimientos es la capsaicina. Los pimientos contienen un porcentaje variable de esta sustancia, que provoca la sensación de calor en la boca. En resumen, los pimientos por su elevado contenido en vitaminas C y E, junto con los carotenos, se convierten en un alimento con un alto poder antioxidante y, por tanto, deben formar parte de una dieta saludable.