Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
La frambuesa es un fruto de color magenta y cubierto por un fino vello que crece en los bosques europeos. En verano es cuando madura, aunque en otoño también se puede saborear.
Junto con otras frutas revisadas en esta sección como las fresas, cerezas, moras y arándanos, las frambuesas forman parte de los conocidos frutos rojos, caracterizados todos por tener un elevado poder antioxidante. La frambuesa, debido a su alto contenido en agua, casi un 90%, aporta muy pocas calorías (25 por 100 gramos), aportando 5 gramos de hidratos de carbono y 4 de azucares (glucosa, fructosa o xilitol), siendo los hidratos de carbono su principal nutriente. El aporte de proteínas es mínimo, entorno a 1,4 gramos por 100 gramos y el de grasas de tan solo de 0,3 gramos por 100 gramos. Es muy importante el contenido de fibra, alcanzando casi los 7 gramos por 100. Con respecto a los minerales, como en todas las frutas rojas, el que predomina es el potasio (170 miligramos por 100 gramos), con aportes en menor cantidad de fosforo, magnesio y calcio. Dentro de las vitaminas, la de mayor presencia es la vitamina C (30 mg por 100 gramos, la mitad que las fresas), por lo que la toma de 200 gramos de frambuesas representa el aporte del 100% de las necesidades diarias de vitamina C. Por tanto, es una fruta que interviene en todos los procesos antioxidantes a través del aporte de esta vitamina. Otra vitamina con un contenido interesante es el ácido fólico, que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Al igual que las fresas presentan ácidos orgánicos, entre ellos podemos citar el ácido cítrico, el ácido oxálico y el ácido málico. Por tanto, la frambuesa, es un alimento con elevado potencial antioxidante, bajo en calorías y con un aporte de fibra, potasio y ácido fólico interesante.