Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
La lubina pertenece al grupo de los pescados blancos magros, es decir, es un pescado con un bajo contenido en grasa, como la perca, bacalao o pescadilla. Este alimento aporta menos de 1,5 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto.
Con respecto a la energía, al ser un pescado magro, no registra más allá de 350 calorías por 100 gramos, pero con un aporte muy interesante de proteínas de alto valor biológico (alrededor de los 20 gramos por 100) y con muy poco colesterol, menos de 70 gramos por 100. Por tanto, la lubina es una buena fuente de proteínas con pocas calorías y colesterol, ideal para la dieta de personas que precisan perder peso. A estas bondades nutricionales le debemos añadir que aporta una cantidad muy importante de potasio (340 mg por 100), fósforo (410 mg por 100), quedando en un segundo lugar el hierro (1,1 mg por 100). También es importante resaltar el bajo sodio (69 mg por 100). Esta combinación de minerales lo convierte en un alimento muy interesante para el control de la tensión arterial elevada, favoreciendo también la formación de hueso y los procesos de intercambio energético de nuestro organismo. Por otro lado, si nos fijamos en el apartado de las vitaminas, destacan las del grupo B (B1, B2, B3), siendo su contenido muy superior respecto a otros pescados. Este grupo de vitaminas en particular permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos. En este caso, lo más destacable está en relación con la B12 con un contenido 4 ug por cada 100 gramos, representando unas cantidades equivalentes a las existentes en las principales fuentes de esta vitamina como son las carnes, huevos y quesos. Esta vitamina es indispensable para mantener la producción de glóbulos rojos y el funcionamiento del sistema nervioso.