Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El cardo es una verdura con un bajo consumo en nuestra dieta, pero con importantes propiedades nutricionales. Si echamos un vistazo a la composición de este alimento, descubrimos que un 94% es agua. Esto significa que su aporte calórico es muy bajo, entorno a las 20 calorías por 100 gramos.
En este sentido, cabe destacar la presencia de hidratos de carbono 3,5 gramos por 100 gramos y en menor medida proteínas 1,4 gramos. Por cierto, hay que reseñar un nulo aporte de grasas y colesterol. Por otro lado, su aporte en fibra es interesante. En este caso, se tiene en cuenta el insoluble que mejora el tránsito intestinal y también el soluble, en especial, la inulina. Esta fibra genera un mejor control de los niveles de colesterol y glucosa en sangre. En cuanto al aporte de minerales, una de sus principales características es el importante contenido en potasio 400 mg por 100 gramos y el bajo contenido en sodio (23 mg por 100 gramos), convirtiendo a esta verdura en un alimento fundamental para el control de la tensiona arterial. También es interesante el aporte de calcio (114 mg por 100 gramos), y en menor medida el hierro 1,5 gramos por 100 de producto. Con respecto a las vitaminas destaca la vitamina C y las del grupo B, pero ambas en cantidades no se encuentran en cantidades muy elevadas. Además, se puede decir, también respecto al cardo, que contiene cinarina, la sustancia que proporciona el sabor amargo a este alimento pero que tiene importante propiedades beneficiosas para el hígado y las vías biliares, favoreciendo las secreciones biliares y por ello los procesos digestivos y disminuyendo la predisposición al hígado graso. Por tanto, el cardo, aunque pobre en calorías en rico en minerales y fibra, con amplios beneficios a nivel hepático.