Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
Este alimento, está constituido por una parte no comestible (molusco) y otra parte comestible (masa visceral), formando parte de la familia de los moluscos.
Esta concha es de color negro azulado y la masa interna tiene forma de saco y es de color anaranjado; con una tonalidad más pálida, en el caso de los machos y muy intensa en las hembras. Existen diversas variedades de mejillón, el común, el californiano, el rubio o Mediterráneo, el barbudo y por último el bastardo o gran mejillón. Con respecto a su composición nutricional, es un alimento con muy bajo aporte energético (alrededor de 60 calorías por 100 gramos), pero con un importante aporte de proteínas 10 gramos por 100, apenas aporta grasa ni hidratos de carbono, y en su composición encontramos menos de 60 mg de colesterol.
En relación al aporte de proteínas, es aproximadamente la mitad que aportan los pescados y carnes, pero también de alto valor biológico. Sobre su composición en minerales, el más importante es el yodo, aportando 35 ug por 100 gramos, aproximadamente el 25% de las necesidades diarias. También cabe destacar la presencia de hierro, calcio, sodio, fósforo y magnesio. El hierro, en una cantidad de 4,5 gramos por 100 es superior al de muchas carnes como la ternera o cerdo. Las vitaminas más abundantes son del grupo B, en especial el ácido fólico (B9) y en el grupo de las vitaminas liposolubles, la vitamina E. A modo de resumen y teniendo en cuenta la presencia de proteínas de alto valor biológico, así como de yodo y ácido fólico en importantes cantidades, lo convierten en un alimento con unas propiedades nutricionales especiales. Por ejemplo, es muy apropiado para la mujer embarazada, en la cual las necesidades de estos tres nutrientes están aumentadas.