Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
La pera es una fruta de la que podemos encontrar en nuestros mercados hasta treinta tipos diferentes. Es un alimento con alto contenido en agua que alcanza el 86%. Además, tiene un aporte de calorías muy bajo, solo 44 calorías por 100 gramos, que provienen fundamentalmente de los hidratos de carbono, 10,6 gramos por 100 gramos.
No aporta grasas y en cuanto a las proteínas solo 0,4 gramos. Por este motivo y teniendo en cuenta su bajo aporte de calorías, es un buen alimento para incorporar en una dieta saludable y en concreto es habitual que forme parte de las dietas para perder peso.
En cuanto al aporte de minerales, una de sus principales características es el bajo aporte de sodio con solo 2 gramos por cada 100 gramos de producto. Si prestamos atención al potasio representa 130 mg en 100 gramos. Este bajo aporte de sodio, junto al interesante aporte de potasio, hace que esta fruta sea ideal para los pacientes con la tensión arterial elevada. Con respecto a las vitaminas aporta 3 mg/100 gramos de vitamina C. Lo habitual en una dieta puede ser tomar dos peras de tamaño mediano en el postre, alcanzando esta cantidad el 15- 20% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, el 10% de las necesidades de ácido fólico y una buena parte de las vitaminas del complejo B (B1, B2) y vitamina E. Las peras presentan un aporte de fibra de 2,3 gramos por 100 gramos. La presencia de pectina (un tipo de fibra soluble) favorece su consumo en los casos de diarrea, así como en el control de los niveles de glucemia y de colesterol malo en pacientes de riesgo cardiovascular. En resumen, estamos ante una fruta con unas propiedades nutricionales muy interesantes para las personas que tienen un síndrome metabólico (obesidad, hipertensión arterial, alteraciones del colesterol y de la glucosa).