El pollo, igual de lujo que de pobre


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Artículo de Opinión "EL POLLO, IGUAL DE LUJO QUE DE POBRE" :: Norte de Castilla :: 25-02-2012
Daniel de Luis Román
Director del Instituto de Endocrinología y Nutrición
Facultad de Medicina de Valladolid. Universidad de Valladolid

El pollo se comenzó a domesticar en el valle del Indo, río de Asia meridional, hace 4.500 años, desde donde pasó a Persia. Tras este periodo de alto consumo, este disminuyó en la Edad Media en detrimento de las pulardas, capones y gallinas, para volver a reaparecer hacia el siglo XVI.

Además del habitual pollo que consumimos podemos tener otros tipos de pollos más específicos: el pollo tomatero o coquelet, se sacrifica con un peso inferior a 1.000 gramos, proporcionando una carne firme, delicada y de buen sabor. El pollo picantón es el ejemplar que se sacrifica con un mes de edad y 500 gramos de peso, con una carne tierna y con poco sabor. La pularda es la hembra castrada y sobrealimentada, sacrificada entre los 6 y 8 meses de edad, con un peso superior a los 2,5 kilogramos. El capón es el ejemplarmacho castrado y sobrealimentado, sacrificado con un peso superior a los 3 kilos, presentando una gran cantidad de grasa. 

 

Con respecto a la composición nutricional, lo primero que debemos decir es que existen muchas variaciones en función de la edad del animal sacrificado y de la parte del pollo que consumamos. Así los animales más viejos son más grasos y la carne de la pechuga tiene un contenido en proteínas mayor que el que presenta el muslo. Esta carne aporta 167 calorías por 100 gramos, que provienen fundamentalmente de las proteínas (20 gramos por 100) y de las grasas (9,7 gramos por 100). 

 El contenido, distribución y composición de la grasa del pollo es similar al del resto de las aves de corral. Con respecto a los minerales destaca la presencia de potasio y fósforo, con un bajo aporte de sodio (64 miligramos). El aporte de hierro alcanza los 1,1 gramos, que además es de buena biodisponibilidad. 

Teniendo en cuenta el bajo aporte de calorías y de sodio, así como su fácil cocinado, la carne de pollo es un alimento interesante para los pacientes obesos con hipertensión arterial que desean perder peso y controlar sus cifras de tensión.

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