Años de trabajo. En muchas ocasiones, compatibilizado con la carrera profesional o con la docencia. Concentrados en temas tan específicos que por momentos se vuelven claustrofóbicos. Asfixiados por montañas de bibliografía –libros y fotocopias apilados en columnas inestables– y carpetas de ordenador con el nombre «Para tesis», «Para tesis buenos», «Para tesis buenos revisados OK» y etcétera. Seiscientas, ochocientas páginas de tesis doctoral.
Y el reto es contar todo eso en tres minutos. Ojo, sin más apoyo que una diapositiva de ‘powerpoint’, ¡una!, sin audios, vídeos ni herramientas. A un público no especializado que debe entender de que trata tu trabajo.
Para ponerlo claro.El título de una de las tesis era:«Células madre mesenquimales de tejido adiposo como tratamiento de la superficie ocular en la deficiencia de células madre limbares».
Si ya se tarda tres minutos solo en leerlo...
Pues 89 doctorandos de la Escuela de Doctorado de la Universidad de Valladolid se han apuntado al reto. Llegaron a preinscribirse doscientos, pero la tesis manda y al final algunos se han caído. Se han agrupado en cinco tandas que comenzaron ayer, miércoles, en sesiones de mañana y tarde, y concluirán mañana viernes por la mañana. Entre las cinco eliminatorias saldrán quince finalistas que competirán el día 20 de octubre en la final de este concurso en el Paraninfo de la Universidad. Los premios son de 2.000, 1.000 y 500 euros que podrán dedicar a estancias investigadoras en el extranjero o enel territorio nacional, en función de los objetivos de sus tesis y sus necesidades.
¿Y para los que ya hayan leído sus tesis, que también hay casos? Pues la buena noticia es que, como les advirtió la secretaria de la Escuela de Doctorado, Patricia Fernández, al empezar la primera sesión en la Escuela de Arquitectura, la investigación continúa cuando se termina la aventura de la tesis.
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Fuente: El Norte de Catilla 06.Oct.16